Mis pequeñas cosas

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Fotos, pensamientos, canciones, fragmentos y momentos. Vida.

domingo, 22 de mayo de 2011

Entre el gris y el arco iris

SilRed

Aunque el día está gris
mis mañanas
se visten de fiesta.

SilRed
Llegaste a mi vida un día
y pude sentir de pronto
“que el sol sólo es el sol

si brilla en ti”.









Lo cotidiano se vuelve mágico
si tu beso me despierta,
si están tus manos para
peinar mi angustia,
si está tu cuerpo
para abrazar mi vida. />
Llegaste a mi vida un día
y casi sin querer
te fui conociendo,
te fui aprendiendo,
te fui sintiendo
te fui queriendo,
casi sin querer…

Llegaste a mi vida un día
y estás en todas las cosas,
y estás en todos los silencios,
y estás en todos los bullicios.




Simplemente estás,
habitando en mis sueños
y en mis despertares.

SilRed
Estás, hoy, aquí…
y entonces el gris
harto ya de sus tonalidades,
viejas, gastadas, 
buscó entre las gotas de lluvia
y los  rayos de sol,
que guardaba prolijamente

en las cajitas del ayer.

El viejo gris
ha decidido entonces,
y se ha puesto
con entusiasmo joven
su mejor traje de arco iris nuevo.


SilRed
22.05.11

Como el vuelo

SilRed

Crepúsculo

SilRed

sábado, 21 de mayo de 2011

Vení... jugá conmigo

SilRed



 Hola! 
te invito a jugar en el mundo de mi fantasía, 
allí donde todo queda en silencio cuando yo me duermo, 
pero donde el mundo se despierta y se llena de magia, 
cuando tengo ganas de jugar. 
Vení, compartí conmigo 
los momentos de mi infancia.








SilRed







Dale, acercate sin miedo. 
Acá todo es posible.
La casita de madera es el mejor de los castillos.
El cielo está acá nomás, 
si tengo ganas de atrapar las nubes.
Los pájaros me hablan, los escuchás?
Me dicen que este es el mejor tiempo,
mi tiempo de juego e ilusión,
de magia y de sorpresa. 
Dale, vení conmigo 
a compartir mi historia.
SilRed
Dale, no pierdas tiempo. 
Traé tus ganas de soñar, 
tu ilusión de cuando eras niño,
tu traje adornado con deseos,
la magia del tiempo
que tiene la medida de mi tiempo.

Vení, juguemos juntos.
Que jugando crezco,
que jugando aprendo,
que jugando vivo,
que jugando soy. 

Vení, juguemos juntos, dale...
que el pasado es este instante
que se está yendo.
Vení, aprovechemos 
estos días de mi infancia,
que cuando el futuro 
me sorprenda adulta,
quiero recordarlos, 
y revivir la inmensa alegría de  
todo lo que juntas hicimos hoy...

Vení ... jugá conmigo!

SilRed
21.05.11

Fragmento. Mario Benedetti.


Este trozo de vida es tan espléndido
tan animoso tan templado
que la muerte parece desde aquí
tan sólo una cascada
remota y para otros.

¿quién no ha buscado el placer nítido?
¿quién no ha intentado organizar
Un desenlace sin escombros?

la memoria repasa sus noticias de sol
la sonrisa que era un exorcismo
la chispa trágica en el firmamento
las huellas descubiertas en la hora precisa

todo adquiere un sentido turbador
en el umbral inexpugnable
en la crisálida del odio

no obstante este fragmento
probablemente es un islote
llevado a rastras por presagios
desalientos condenas


y aunque parezca absurdo
la muerte todavía
parece desde aquí
tan sólo una cascada
remota y para otros.

domingo, 1 de mayo de 2011

El amor de mi vida. Miguel Carmena

"Tengo un amigo que es lo que yo llamo un “filósofo práctico”, es decir, un hombre que ha hecho de su vida una búsqueda incansable de la verdad y de la sabiduría para regir su vida. No es un teórico de la historia de la filosofía, ni un profesor que dice cosas aprendidas en libros. Él dice que construye su filosofía en la calle, en los taxis, en el bar, en el mercado. 

Desde hace un tiempo está obsesionado con el tema del amor. Lleva varios meses preguntando a todo el mundo qué es el amor y qué importancia tiene en su vida. Sus resultados son curiosos. La mayoría de la gente reconoce que no sabe exactamente qué es el amor. Algunos dicen que es “querer” a alguien, otros afirman que el amor es “desear vivir junto a otra persona”, incluso alguno le respondió que amor y tener relaciones sexuales era lo mismo. 

Por otro lado, a pesar de las diferentes definiciones de amor, todos coincidían en señalar que el amor era lo más importante en su vida, lo único que llenaba su vida de felicidad. Es curioso, todos anhelamos algo que no sabemos muy bien en qué consiste. No sabemos lo que es, pero cuando lo vemos, decimos “eso es amor” y “yo quisiera vivir así porque eso me hará feliz”. Es lo que pasa cuando ves la película “Titanic”. Pasas más de tres horas pegado a la pantalla y al final te quedas con el buen sabor de boca de aquel hombre que dio su vida por amor y la dio feliz. Cuando ella, la amada, Rose Dawson Calvert, arroja el diamante al mar, uno tiene dos opciones: decir “qué tonta” o comprender que en ese acto se expresa la fidelidad a un amor que da sentido a la vida y que vale mucho más que el diamante más valioso. Eso es amor, es entrega al otro, pero no una entrega superficial e inconsciente, sino una donación de alguien que no sólo “quiere” al otro, sino que “quiere quererle” siempre. 

Muy bonito, pero estoy seguro de que se agradecería que lo explicase de forma más gráfica, ¿verdad? Se me ocurre que el amor es como una hortensia, como una rosa y como un edelweiss. 

El amor es como una hortensia . La hortensia es una flor muy grande, de las más grandes que conocemos, pero si la observamos detenidamente, nos damos cuenta de que está formada por miles de flores muy pequeñas. La hortensia es grande por la unión de un sinnúmero de flores que en sí mismas son casi insignificantes. El amor es igual. Los grandes amores que tanto admiramos están hechos de muchos, de incontables pequeños actos de amor. El amor se construye con actos casi invisibles de entrega al otro, en los que se vive de verdad la entrega al amado con generosidad, en las cosas más pequeñas. Sólo así se forman los grandes amores. 

El amor es como una rosa. La rosa une la belleza de la flor a la fuerza del tallo. Ese tallo hace resistente a la flor ante las lluvias y el viento, pero también está lleno de espinas. Gracias a ese tallo, la rosa se eleva por encima de las demás flores e impide que suban los insectos y dañen a la flor. El amor es igual, mezcla belleza y fuerza, amor y dolor. Un amor sin sacrificio personal nunca se hace fuerte, no soporta la más pequeña lluvia; la más débil dificultad lo destruye. El amor requiere estar sólidamente afincado en una entrega que es fuerte porque se basa en la donación generosa, en la oblación sin esperar nada a cambio. Sólo así se puede mantener la belleza del amor. 

El amor es como un edelweiss. El edelweiss es una flor que nace en las altas montañas. Se encuentra en los parajes más insospechados, donde parecería que ya no puede haber vida. No es como las margaritas que pueblan los valles con miles de flores iguales y se hallan siempre en lugares de fácil acceso. No, el edelweiss es solitario, pudoroso, está siempre lejos del alcance de miradas indiscretas. No hay dos edelweiss iguales, cada uno es único, irrepetible. El amor es igual, irrepetible, único, pudoroso. No está al alcance de cualquiera. Hay que subir para encontrarlo. Hay que dejar atrás muchas cosas y esforzarse por llegar a una cumbre juntos. El amor no es tanto mirarse uno al otro, sino mirar los dos en la misma dirección. No se puede buscar un amor auténtico a ras de suelo, en los sitios de fácil acceso. No se puede pretender que el amor se repita de igual manera muchas veces. El amor no es margarita, es edelweiss, es único. Amar es dejar muchas comodidades, muchas seguridades, muchas facilidades y retirarse a la aventura de la entrega total. El amor verdadero no está al alcance de la mano. Hay que buscarlo, lucharlo, merecerlo. El amor no es para espíritus vulgares apegados a las bajezas de los valles, sino para aquellos que se sienten llamados a la pureza de la montaña donde sopla el aire limpio. 

El amor así explicado es maravilloso, pero hay una pregunta que nos hacemos a menudo: ¿qué hay que hacer para que ese amor funcione todos los días? "


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He ahí la pregunta... 
el camino hacia la respuesta 
es el que cada uno pueda ir haciendo, 
con las huellas que va dejando, 
en su propio caminar.

Ernesto Sábato. Fragmentos. "Antes del fin".

"A medida que nos acercamos a la muerte, también nos inclinamos hacia la tierra. Pero no a la tierra en general sino a aquel pedazo, a aquel ínfimo pero tan querido, tan añorado pedazo de tierra en que transcurrió nuestra infancia. Y porque allí dio comienzo el duro aprendizaje, permanece amparado en la memoria. Melancólicamente rememoro ese universo remoto y lejano, ahora condensado en un rostro, en una humilde plaza, en una calle...

... Siempre he añorado los ritos de mi niñez con sus Reyes Magos que ya no existen más... Hoy a esos Reyes Magos les pediría sólo una cosa: que me volvieran a ese tiempo en que creía en ellos, a esa remota infancia, hace mil años, cuando me dormía anhelando su llegada en los milagrosos camellos, capaces de atravesar muros y hasta de pasar por las hendiduras de las puertas -porque así nos explicaba mamá que podían hacerlo-, silenciosos y llenos de amor.

...Lo rememoro siempre que contemplo los payasos que pintó Rouault: esos pobres bufones que, al terminar su parte, en la soledad del carromato se quitan las lentejuelas y regresan a la opacidad de lo cotidiano, donde los ancianos sabemos que la vida es imperfecta, que las historias infantiles con Buenos y Malvados, Justicia e Injusticia, Verdad y Mentira, son finalmente nada más que eso: inocentes sueños. La dura realidad es una desoladora confusión de hermosos ideales y torpes realizaciones, pero siempre habrá algunos empecinados, héroes, santos y artistas, que en sus vidas y en sus obras alcanzan pedazos del Absoluto, que nos ayudan a soportar las repugnantes relatividades...

...En la soledad de mi estudio contemplo el reloj que perteneció a mi padre, la vieja máquina de coser New Home de mamá, una jarrita de plata y el Colt que tenía papá siempre en su cajón, y que luego fue pasado como herencia al hermano mayor, hasta llegar a mis manos. Me siento entonces un triste testigo de la inevitable transmutación de las cosas que se revisten de una eternidad ajena a los hombres que las usaron. Cuando los sobreviven, vuelven a su inútil condición de objetos y toda la magia, todo el candor, sobrevuela como una fantasmagoría incierta ante la gravedad de lo vivido. Restos de una ilusión, sólo fragmentos de un sueño soñado..."

Mapa hecho de vida

SilRed


Si sentimos miedo afrontando realidad.
Si tenemos dudas ante cosas nunca igual,
no es dolor, es la vida enseñando a caminar.


Si hay pasado en nuestras mentes
y hay futuro por crear,
hay presente siempre nuevo,
es la vida enseñando a valorar.




Arco Iris de ilusiones, lluvia plata de cristal
a vencer las antinomias con los pasos al compás,
de una danza hacia adelante y aprendiendo a continuar.


Mapa hecho de vida, mil senderos por andar
puertas que se cierran, otras tantas se abrirán.
que no nos lleve el tiempo sin estas ganas de soñar.

SilRed